lunes, 4 de agosto de 2008

Una interna del CETI ceutí acusa de violación a un vigilante

Fuente: Grupo de acción social

La dirección del Centro Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta se ha personado ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de esta ciudad, en funciones de guardia, para poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos narrados por una de las residentes a la psicóloga del centro.
Según los datos ofrecidos la residente de origen argelino "acusa a un vigilante de seguridad privada del centro de haber cometido una violación hace varios meses", una denuncia que, seguidamente, le trasladó la psicóloga al director del centro.
Además de poner estos hechos en conocimiento del Ministerio Público, la dirección del centro de acogida "ha ordenado" a la empresa privada encargada de la seguridad del CETI que, "como medida cautelar, aparte inmediatamente del servicio a este vigilante en espera de que se esclarezcan todos los hechos".
La residente está recibiendo una atención psicológica individualizada. La agresión habría ocurrida en marzo de este año, pero sólo hasta ayer a las 14:00, la inmigrante hizo su declaración en la Comisaría de la Policía Nacional.
A diferencia de los CIES de la Península, donde no se puede estar más de 40 días, a los CETI's de Ceuta y Melilla se les quiere dar el carácter de albergues para detener indefinidamente a los inmigrantes y que sean estos los encargados de transmitir su desesperación a los que vengan detrás. Es la llamada lucha contra el efecto llamada, una prioridad en la política del gobierno español y de la U.E. Al ingresar en el CETI les hacen firmar un papel donde figura que pueden permanecer hasta 6 meses en el centro, con una clausula que indica la posibilidad de prorrogar este periodo. Abundan los intentos de suicidio y las huelgas de hambre se producen de forma intermitente. La última, llevada a cabo por más de cuarenta banglasdesis hace unos meses, se saldó con cerca de setenta deportaciones.
Hay miedo a señalarse en una ciudad tan pequeña y reaccionaria, la cómoda indiferencia de la mayoría de los habitantes de este enclave español en la costa de Marruecos, un simulacro de Europa incrustado en el norte de África, y un extendido desprecio hacia el “intruso”.

No hay comentarios: