domingo, 6 de julio de 2008

Defendamos nuestro cerebro, bebamos

Fuente: Gara
Zapatero dictamina lo necesario para salir de la crisis que no existe: trabajar y consumir. Igual hizo Juan Pablo II frente a la mortandad por hambruna en Etiopía: exhortarles a que comieran más
Hay frases que el esfuerzo al intentar desentrañar su significado producen la muerte neuronal. Actúan como pequeños artefactos que explosionan en nuestro cerebro causando sabe Dios qué daños irreparables. No me refiero a las falacias que acostumbran a usar políticos, periodistas y demás adoradores de la mentira del poder.
La mentira siempre tiene sentido. Es un discurso que, aunque mendaz, busca una eficacia y para ello establece una estrategia. El que habla sabe que está mintiendo y debe conseguir que el que lo oye no descubra la mentira que esconde su discurso.
Tiempo atrás, ese desvelamiento, esa caída del velo, dejaba ver lo que el mentiroso escondía y daba al traste con sus planes. Hoy en día no. Algunos pueden decir lo que les salga de sus reales posaderas sin lógica alguna y, al mismo tiempo, sonreír.
Unos pocos ejemplos:
Rubalcaba afirmó, sin movimiento de ceja, que un detenido con una perforación pulmonar, paseó por su pueblo y alrededores, enseñando casa y bienes a quienes lo custodiaban. De todos es conocida la hospitalidad de los vascos para con los forasteros.
Josu Jon declara que presidir Petronor es una forma de hacer país. Cómo es J.J. Aunque tenga que pasar penurias, él siempre sacrificándose por su país.
Zapatero dictamina lo necesario para salir de la crisis que no existe: trabajar y consumir. Igual hizo Juan Pablo II frente a la mortandad por hambruna en Etiopía: exhortarles a que comieran más. Ya saben qué hacer las 120.000 familias que antes de fin de año no podrán pagar sus hipotecas: consumir desenfrenadamente con alegría.
La Generalitat valenciana firma el manifiesto de la defensa del castellano de la inigualable Rosa de España, para lo cual la asignatura de Educación para la Ciudadanía -española suponemos- la imparten en inglés.
Nuestra Uxue Barcos no utiliza la ikurriña al objeto de no crear división; lanzará el cohete anunciador de los sanfermines bajo la rojigualda que a todos une. Todo un detalle en pos de la convivencia... Y suma y sigue.
Los cortocircuitos en las conexiones neuronales, dentro del cerebro de los que intentamos seguir la lógica de estos discursos, producen una desazón que tarde o temprano deriva en locura. Bebamos, pues, durante nueve días y reguemos nuestras maltratadas dentritas. Única forma de soportarlo.

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