viernes, 14 de noviembre de 2008

[Alcalá] Un grupo de neonazis ataca a las personas concentradas en recuerdo de Carlos Palomino

Kaos en la red

El primer aniversario de la muerte de Carlos Palomino, el joven que hace un año falleció en una reyerta protagonizada por ultraderechistas y antifascistas en la estación de metro de Legazpi, fue la excusa para que en las calles de Alcalá volvieran a repetirse los enfrentamientos entre jóvenes radicales de ideologías enfrentadas. Según fuentes policiales, el pasado lunes por la noche, en torno a las 21.20 horas, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de Policía Local tuvieron que intervenir en una reyerta en el Centro de la ciudad complutense en la que, según los testigos, podrían haberse visto implicados más de medio centenar de personas. Una de las personas que se concentraron ayer en la Plaza de Cervantes para recordar al joven relata que, cuando ellos se manifestaban de manera pacífica, “entre 30 y 40 personas con botellas, piedras y palos” corrieron hacia ellos “gritando Sieg Heil”. Según cuenta este joven, “una oleada de objetos cayó a su alrededor” y un grupo de neonazis “pateó brutalmente en el suelo” a uno de sus compañeros. Un hecho que corrobora uno de los vecinos que presenció el enfrentamiento en la calle Cerrajeros. “Algunos llevaban botellas en la mano. Yo salí del bar para ver si estaba bien mi coche, que estaba aparcado en la calle, y vi que había un chico tirado en el suelo y que otros siete u ocho le estaban pegando. La gente empezó a gritarles que le dejaran, que lo iban a matar”, cuenta el testigo. Este vecino explica que no supo distinguir entre los jóvenes de una ideología y los de la otra, ya que todos llevaban la cara tapada con pasamontañas y se insultaban entre sí, además de provocarse con frases del estilo de “os vamos a matar”. “Había muchísima gente, la calle estaba llena. Tendrían entre 16 y 18 años, y había tanto chicos como chicas”, relata este testigo. Según afirma, “al final torcieron por la calle Ramón y Cajal y llegaron hasta el Burger King, que fue donde les paró la Policía”. Fue ahí donde se identificó a nueve de los jóvenes presentes en el enfrentamiento, aunque según el testimonio de otros vecinos del barrio, cuando los agentes llegaron al lugar de la reyerta muchos de los que habían tomado parte ya había huido. “Un coche de la Policía Municipal llegó al lugar de los hechos y, como de costumbre, fueron a registrar a los manifestantes pacíficos que estaban esperando a ver si el chaval agredido podía levantarse”, asegura el joven presente en la concentración por Carlos Palomino. Hace unas semanas, el comisario principal, Jesús Figón, aseguró que en Alcalá no existen problemas con grupos radicales en la ciudad. No obstante, durante los últimos meses se ha procedido a la detención de los radicales para evitar problemas como el del lunes.

---

“Hay una minoría neonazi que a veces sale de caza”

“Nos concentramos en el quiosco de la Plaza de Cervantes y desplegamos una pancarta que decía Carlos, un año contigo, un año sin ti. Una compañera iba a leer un comunicado cuando pasó un coche de Policía por delante, pero al ver que era algo pacífico, no pararon. Y justo cuando la Policía dobló la esquina, vimos correr hacia nosotros a un grupo de 20 o 30 personas, tirándonos botellas y piedras”, afirma P.M.T., de 20 años, de ideología antifascista y vecino de Alcalá. P.M.T. es una de las personas a las que le tocó testificar el lunes ante la Policía, después de que la concentración en Alcalá en recuerdo a Carlos Palomino, asesinado hace ahora un año, acabara en una batalla campal que acabó con un herido y dos detenidos, al unirse a ella un grupo de jóvenes de ultraderecha.
P.M.T. dice que lo que ocurrió en la esquina de la Plaza con la calle Cerrajeros, más que una pelea, fue una agresión, y que es algo habitual. “Lo que ocurrió el lunes no es nada nuevo. Pasa, si no cada fin de semana, cada 15 días”, asegura este vecino. Él cree que los jóvenes de ideología neonazi en Alcalá son “una pequeña minoría”, pero que “basta que sean 100 o 200 para que un día salgan 50 de caza y la monten”. “A veces salen por bares a los que va gente que no piensa como ellos, y si ven que alguien que no les gusta se va a casa solo, le siguen. Aunque no pase a mayores, le insultan, le escupen y le humillan”, relata el joven.
Él se considera, simplemente, “antifascista”. “Da igual lo que pienses, porque esta gente de ultraderecha va a por todo aquel que no piensa como ellos o no les gusta, no sólo a por homosexuales o gente de otra raza. A mí me pegaron una paliza cuando tenía 14 años por llevar una sudadera de Mago de Oz”, añade.
P.M.T. cuenta que las dos lluvias de piedras y botellas no llegaron a herir a nadie, ni a ellos ni a algún vecino que se había unido a la concentración. “Yo corrí al Ayuntamiento a pedir ayuda a un agente, y mientras tanto empezaron a pegar entre tres o cuatro a uno de mis amigos. El policía, en lugar de socorrerle, reculó hacia dentro del Ayuntamiento. Varios vecinos consiguieron separarlos, y él lo vio todo y no hizo nada”, afirma P.M.T., que prefiere pensar “que no querían herir a nadie”, sólo asustarles y cortar su concentración.
Él dice, bromeando sobre los estereotipos de los que piensan como él, que ni es antisistema, ni lleva cresta ni la cabeza rapada ni pertenece a ninguna banda urbana. “Nosotros pensamos de una determinada manera, pero no vamos provocando ni salimos de caza. Como mucho, si me cruzo con un nazi, le miro mal”, asegura P.M.T. Por suerte, la concentración en recuerdo de Carlos Palomino en Alcalá no llegó una vez más a mayores, aunque podía haberlo hecho.

No hay comentarios: