martes, 20 de enero de 2009

Urbina] El día en que la policía comenzó a lanzar piedras

A las barricadas
No, no se trata de la conocida canción "vamos a contar mentiras". Se trata de una de las situaciones kafkianas que el pasado sábado pudieron contemplar las personas que acudieron a la marcha contra el Tren de alta velocidad celebrada en la localidad alavesa de Urbina. No es más que una de las increibles situaciones que se crea cuando la policía trata de proteger con extrema violencia el tesoro más preciado de polític@s corrupt@s, empresari@s y demás personajes del país.
Convención policial en Urbina
Miles de ciudadan@s se dieron cita este sábado en Urbina para protestar contra la barbarie desarrollista impulsada por los gobiernos español y vasco en relación al TAV. La cita era a las 12:00 del mediodía en la plaza de Urbina pero la mañana resultó ser más larga de lo esperado. Decenas de autobuses partieron desde diferentes puntos de Euskal Herria con la intención de acercarse a la movilización y fueron precisamente éstos los que padecieron los primeros intentos de boicotear el acto por parte de la policía. Ya a la altura del peaje de Arrigorriaga había situado un control de la Guardia Civil en el que los agentes se dispusieron a parar a todos los autobuses. Dos guardias civiles encapuchados y armados hasta los dientes accedieron a cada uno de los vehículos para identificar a todas y cada una de las personas que viajaban en el interior.
Una vez superado este primer "filtro", muchos autobuses tuvieron que hacer frente a un segundo control policial situado a la entrada de la localidad. Un participante en la marcha ironizaba sobre el tema preguntándose: "¿Alguién sabía que hoy había convención de policias en Urbina?".
Lurra berrezkuratuz...Paremos el TAV
Un helicoptero de la policía autonómica daba la bienvenida a quienes llegaban a Urbina. Hacia las 12:30 de la mañana en las calles de este pequeño pueblo alavés no cabía un alfiler y poco a poco la manifestación comenzó a tomar cuerpo. Una nutrida movilización comenzaba a avanzar hacia las obras del TAV atravesando calles repletas de pancartas con lemas alusivos a la paralización de este proyecto faraónico. "Txikitzaileak: zuen porlanean itoko al zarete?" (Destructores: ahogaos en todo vuestro cemento) rezaba una de las pintadas en los muros de las obras.
La manifestación recorrió la llamada "via verde" próxima a Gasteiz que transcurría siempre paralela a las obras del TAV, custodiadas en todo momento por dotaciones de la Ertzaintza provistas de material antidisturbios. La protesta concluyó en una amplia campa en la que desde el escenario, las personas organizadoras recordaron la importancia de actos como el de ayer para incidir en la conciencia de la ciudadanía y poder así para de una vez por todas un proyecto "sin pies ni cabeza". Desde el mismo escenario un vecino de Urbina agradeció a todas las personas su presencia y recordó que en la consulta popular celebrada, el pueblo de Urbina ya dijó que no quería el TAV.
Tratan de "recuperar las tierras"
Una vez finalizado el acto, cientos de personas al grito de "herriak bizirik, AHT-rik ez" se dispusieron a atravesar una campa con la intención de acceder a la elevación del terreno por donde tienen pensado que discurran las vías del tren-bala. Ante este intento los agentes de la Ertzantza acudieron rápidamente al lugar para golpear brutalmente a los ecologistas que lograron acceder a las obras y para tratar de hacer retroceder al resto a pelotazos. La policía actuó en todo momento con una violencia desmedida hasta el punto de llegar a arrojar piedras de las obras a l@s ecologistas. Varias personas fueron detenidas en ese instante y situadas de espaldas junto a la furgoneta policial, convirtiéndolas así en escudos humanos para evitar el lanzamiento de piedras. Las bocachas de los encapuchados no cesaron de lanzar pelotas de goma, muchas de las cuales llegaron a impactar contra los manifestantes. Más de 30 personas resultaron heridas.
Emboscadas con pelotazos a diestro y siniestro
Poco a poco la gente comenzó a volver a Urbina donde cada persona esperaba a sus conocid@s sin saber en muchos casos lo que estaba sucediendo en las obras. En el camino de vuelta a los autobuses much@s padecieron la ira de 3 nuevas dotaciones policiales que acudían a las obras y que generaron situaciones de verdadero terror al tratar de realizar una auténtica emboscada en pleno camino rural. Enboscada en la que no faltó el lanzamiento de pelotas de goma a bocajarro. Mientras tanto el helicoptero no paraba de sobrevolar las obras y hostigar a las manifestantes. Para las 3 de la tarde Urbina era un hervidero de ciudadan@s que trataban de reencontrarse con sus acompañantes, comer tranquilamente el bocadillo o dirigirse directamente el coche para abandonar el pueblo. En ese moneto los teléfonos echaban chispas: "la policía a detenido a 4 personas", "Cuidado que van otras 3 furgonas a las obras", " Cuidado que ahora se dirigen hacia los autobuses"...etc.
La represión no podrá con la voluntad popular
Los agentes se empeñaron en actuar violentamente hasta el último instante. De hecho se pudo ver como los ertzainas encapuchados accedían a un autobús y trás hacer descender a todas las personas, las cachearon una por una. Por otro lado, los ertzainas rodearon la bolera de Urbina con 30 personas en su interior. Cuando un ciudadano salió a tratar de conversar con el mando de la policía lo detubieron sin más miramientos. Además a las afueras de Urbina se situó un control de la Guardia Civil y otro de la Ertzaintza en los que identificaron a un montón de personas que trataban de abandonar el lugar. Y así es como una vez más, policias de todos los colores trataron de mostrar a la sociedad que los negocietes de los suyos no se tocan. De la misma manera que muchas más personas demostraron que no hay represión que pueda con el amor a la tierra y la dignidad de un pueblo que desea recuperar sus tierras ante la desidia de sus gobernantes.

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