martes, 14 de abril de 2009

La cadena perpetua ya se le está aplicando al preso alicantino Manuel Pinteño

Es el preso más antiguo del estado español y su condena le mantendría en prisión hasta 2056 pese a que no tiene delitos de sangre
Tortuga
El juez que investigó el motín de Fontcalent reclama el indulto para su líder, Manuel Pinteño, el preso de España que más tiempo lleva entre rejas y que cumplirá una condena de 89 años.
Manuel Pinteño nació en el corazón de La Tafalera de Elda hace 51 años y saltó a la fama tras liderar el motín de Fontcalent del año 90. Entró en la cárcel con 19 años y ahora es el preso de España que más tiempo lleva entre rejas. Su puesta en libertad se prevé para el 2056. La condena impuesta es de 89 años, de los cuales 24 son en celdas de aislamiento. El juez que investigó el motín ha publicado un artículo alertando de que Pinteño está siendo víctima de una situación que los expertos denominan "cadena perpetua encubierta", ya que no tiene delitos de sangre. Una asociación en Internet pide su indulto.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ
Hasta los jueces ponen el grito en el cielo cuando sale a la luz el caso de Manuel Pinteño. Se trata del preso que más tiempo lleva entre rejas en España, un total de 32 años, aunque sobre sus espaldas no pesa ningún delito de sangre. Tampoco es un violador o un terrorista cuyos actos entrañen elevado riesgo social. Sin embargo, el tribunal que tramita sus procesos ha previsto que no volverá a pisar la calle hasta el año 2056. Habrá cumplido una condena de 89 años. El caso es más sangrante si se tiene en cuenta que el índice de alto riesgo de fuga con el que le califican las autoridades penitenciarias le ha mantenido 24 años en celdas de aislamiento y nunca ha disfrutado de un permiso penitenciario. Estos son sólo algunos de los datos que ha recogido el magistrado Luis Segovia, quien asumió la tarea de investigar el motín de Fontcalent de 1990 y ahora reclama su indulto en un artículo publicado en este mismo diario.
Manuel Pinteño nació en Elda y tiene 51 años. Los expertos exponen que su caso responde a una "cadena perpetua encubierta". El problema radica en que desde su ingreso en prisión en octubre de 1977, con tan sólo 19 años de edad, ha protagonizado numerosos intentos de fuga que le han hecho acumular abundantes condenas, superando con creces el límite de treinta años que contempla la ley penitenciaria. Al margen de las fugas, su carrera delictiva se centró en los robos y su mayor condena es de seis años por delitos contra la propiedad. Otra circunstancia que se une a su historial es que ha denunciado repetidas veces los abusos que se cometen en el interior de las cárceles españolas. Ahora circula una carta suya en Internet, donde aporta datos concretos en los que acusa a los funcionarios de prisiones de dejar morir a algunos de sus compañeros. También relata su caso y asegura que se encuentra al límite.
Expertos consultados por este diario atribuyen su situación a la falta de recursos económicos para contratar un abogado. Sus defensas han actuado de oficio y muchos le han abandonado como cliente en busca de casos más rentables.
Manuel Pinteño forma parte del catálogo de delincuentes más conocidos en la provincia por haber sido uno de los protagonistas del motín de Fontcalent de 1990. Fueron más de dos días de incertidumbre en los que varios funcionarios de prisiones fueron secuestrados y un interno murió a manos de sus compañeros tras recibir numerosas puñaladas. El juicio definitivo por el motín de Fontcalent se celebró a los 16 años de tener lugar los hechos. La condena que se le impuso fue de 80 años, de los que tendrá que cumplir 30. Pero primero deberá hacer frente a tres refundiciones de penas de 18 años cada una, que finalizan en el 2026, fecha en la que empezarán a contar los 30 del motín. Sus sentencias dictan de forma expresa que le sean denegados cualquier beneficio o permiso penitenciario, a los que sólo podrá tener derecho cuando cumpla las tres cuartas partes de su condena. Eso suponen una espera de otros quince años.
Luis Segovia asegura tener constancia, como instructor del caso del motín, de que Pinteño no participó en el crimen del interno ni en el secuestro de los funcionarios. Según sus datos, al asumir el liderazgo de la revuelta evitó que se cometieran más asesinatos y paralizó que las víctimas del secuestro fueran torturadas. También fue elegido para pactar con las autoridades.
Un dato curioso en la vida de Manuel Pinteño es que achaca a una amenaza de miembros del Gal su encierro absoluto, al haber rechazado una oferta para matar en prisión, en el año 1988, a los prisioneros etarras Domingo Traibiño y a Henri Parot. Lo cuenta a través de Internet. Relata que dos hombres "encorbatados" le visitaron y en el locutorio de abogados le hicieron la oferta a cambio de salir pronto a la calle, pero rechazó el macabro encargo porque "no soy un traidor ni un asesino". El encuentro finalizó tras advertirle "el que llevaba la voz cantante" que "te vas a pudrir aquí dentro, has perdido una gran oportunidad de salir pronto de la cárcel".
Para el magistrado Luis Segovia, "se ha secuestrado inconstitucionalmente a un hombre que fuera de la cárcel pudo ser un ciudadano normal, incluso superior por su inteligencia y personalidad".
Pasos hacia la libertad
En Internet una asociación recoge firmas para pedir su indulto en el Congreso, a través de www.tokata.ateneoalmargen.org. Manuel Pinteño ha difundido también declaraciones en la red, donde asegura que desconoce su situación judicial real, aunque espera una resolución de la Audiencia Provincial que podría ponerle de inmediato en libertad, "al aplicar el máximo cumplimiento de 35 a 40 años". En caso contrario, presentará un recurso al Supremo y acudirá al Congreso, aunque antes necesita recoger medio millón de firmas que le avalen.
A Pinteño se le atribuyen robos cometidos en fábricas, bancos y supermercados. La última vez que fue detenido en La Tafalera los vecinos salieron a apedrear a los agentes. Era el año 86 y había protagonizado una fuga que duró cuatro meses.
Diario Información

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